SOBRE MÍ
MI HISTORIA CON LAS GAFAS
De bien pequeña tuve un poco de estrabismo. Se fue corrigiendo con el tiempo, y hacia los 10 años me detectaron miopía y astigmatismo en una revisión escolar. En seguida me pusieron gafas y la miopía empezó a aumentar.
Por suerte mi madre me llevó a una muy buena optometrista que me ayudó a reducir las casi 3 dioptrías a 1, en plena época de crecimiento y de esfuerzo visual. Me sustituyeron las gafas por lentes de contacto semirígidas, cosa que supuso una gran liberación para lo que empezaba a ser una adolescente acomplejada.
En la época universitaria dependía de las lentillas para ver bien la pizarra y ser ágil con los trabajos, pero al cabo de unos años mis ojos dejaron de tolerarlas y, muy a mi pesar, tuve que volver a las gafas, aunque intentaba no utilizarlas todo el tiempo. En verano casi prescindía de ellas, pero a la vuelta al trabajo las necesitaba de nuevo.
Con el tiempo me aumentó un poco la miopía y también las ganas de volver a hacer algo para mejorar mi visión. Así que, cuando el verano del 2011 perdí las gafas, lo tomé como una señal y empecé la formación de Método Bates. Para mí fue una experiencia muy positiva, conseguí mejorar mi visión y desde entonces ya no uso gafas, ni tan solo para conducir de noche, que es lo que más me costaba. Incluso en el 2016, al renovar mi carnet de conducir, lo pude hacer sin el código añadido de la necesidad de gafas.
TRAYECTORIA PROFESIONAL
En la universidad me formé en magisterio, educación especial, y en psicopedagogía. Después de muchos años trabajando como maestra, me decidí a hacer pedagogía sistémica y ampliar la mirada. Fue a partir de esta formación que se me abrieron muchas puertas hacia procesos de crecimiento personal. Hice el programa SAT y la formación de trabajo corporal integrativo, y me acerqué al mundo de las constelaciones familiares y la consciencia corporal, a través de la danza, el yoga y otras disciplinas relacionadas con el cuerpo.
​
La formación de Método Bates que cursé en Barcelona en 2011-12 me ayudó a integrar muchas cosas que ya sabía, a aprender muchas otras de nuevas y, sobretodo, a hacerme más responsable de mi salud. Desde entonces he estado impartiendo talleres y realizando sesiones individuales para acompañar a las personas en su proceso de mejora visual, a la vez que me he seguido formando y profundizando en el apasionante mundo de la visión natural.
​
​