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  • Foto del escritorMonica Lazaro

Método Bates, la terapia visual que ayuda a mejorar la visión

¿Sabías que los problemas visuales no  son defectos físicos de los ojos, si no malas costumbres de esfuerzo y tensión al utilizar nuestros ojos y nuestra mente?


Nuestra vista puede mejorar con un cambio de costumbres visuales y de consciencia a través de la relajación y del movimiento, de manera natural, sin gafas, lentillas ni operaciones mediante el Método Bates.






¿Qué es el Método Bates?

El Dr. William H. Bates (1860-1931) fue un prestigioso oftalmólogo norteamericano, que después de 30 años de investigación, descubrió que la visión no es estable, si no que fluctúa en función de nuestro estado físico, mental y emocional. Detectó  que la raíz de los problemas visuales está en el esfuerzo por ver, la tensión mental, la mirada fija y la falta de movimiento y relajación.


El Dr. Bates creó y aplicó un método de entrenamiento visual y mejora natural de la visión, que es lo que hoy en día conocemos como Método Bates o Visión natural.


El Dr. Bates creía que las gafas son como unas muletas, permiten ver bien, pero no solucionan el problema. El sistema visual de la persona sigue estando en desequilibro.

Esto quiere decir que, aún con gafas, no se parpadea lo suficiente, se fija la mirada, se respira superficialmente, tenemos el cuerpo rígido, hay tensión mental lo que se traduce en tensión visual. Además, tendríamos que añadir todos los problemas que hay hoy en día debidos al sobre esfuerzo que causan las pantallas y la falta de luz natural por pasar la mayor parte del tiempo entre paredes.


La buena noticia es que todo esto tiene solución.


El Método Bates ayuda a las personas a tomar consciencia de como están utilizando los ojos, para poder volver a utilizarlos de manera natural, recuperando el movimiento de los ojos que se había perdido por el uso de las gafas.


La manera que tiene esta terapia visual de contribuir a mejorar la visión es enfocando, respirando y parpadeando correctamente, relajando los ojos, liberando tensión del cuerpo y en definitiva, cambiando los malos hábitos visuales por unos más sanos para los ojos. Es por esto que decimos que estamos “reaprendiendo a ver”.



Los 3 principios que nos ayudan a mejorar la visión


1. Movimiento vs. Mirada fija

El estado natural de los ojos es el movimiento. Fisiológicamente, el ojo está estructurado para moverse continuamente. Un ojo con visión clara, mira con curiosidad lo que le rodea, percibe los detalles y envía muchas imágenes captadas con los movimientos sacádicos, movimiento rápido del ojo, (el ojo puede hacer hasta 3600 por minuto) al cerebro, que es quién compone la imagen nítida.


Al contrario, un ojo con problemas visuales hace muchos menos movimientos sacádicos y por tanto envía menos imágenes al cerebro, que elaborará una imagen poco nítida.


Podríamos decir que fijar la mirada y la visión borrosa van de la mano, y que, como más relajados están nuestros ojos, más capacidad tienen de moverse y conseguir una visión clara.


Hoy en día pasamos mucho tiempo fijando nuestros ojos, concentrados en un espacio limitado (la página de un libro, el cuaderno o pizarra en la escuela, las pantallas de los móviles, ordenadores, televisores, etc.) generalmente sin parpadear y reteniendo la respiración.


Esta ausencia de movimiento comporta una gran tensión de los músculos oculares y a menudo se acompaña de un estado de rigidez, miedo a afrontar cambios y la necesidad de ir a lo seguro.





2. Centralización vs. difusión

La visión humana solo es nítida en el centro. Las imágenes nítidas se forman en la fóvea, una pequeñísima área de la retina, donde están las células receptoras de la luz, los conos, que perciben los colores. Al alejarnos de la fóvea, los conos van desapareciendo y aparecen otras células, los bastones, que no perciben los colores ni pueden ver con nitidez.


Así pues, para poder ver algo claramente, tenemos que enfocarlo, alinearlo con la fóvea. La parte que no cae en la fóvea la veremos borrosa, por lo que es necesario mover los ojos.


Un ojo con visión natural se mueve continuamente de un centro de atención a otro, enfocando miles de detalles y enviándolos al cerebro, que reconstruirá la imagen nítida.


​Al contrario, si fijamos la mirada intentando ver “todo de golpe”, al cerebro le llegan menos imágenes, y las que le llegan son menos nítidas. A este mal hábito le llamamos “difusión”. Cuanto más fijamos, menos vemos. Las gafas graduadas ayudan a fijar y a difundir todavía más.




3. Relajación vs. tensión y esfuerzo


Los ojos para ver bien y poder hacer todos estos movimientos necesitan estar relajados. Sin relajación no hay bastante movimiento y sin movimiento no hay bastante relajación.


La visión clara ocurre, por tanto, cuando la mente y el sistema visual están relajados. Pero hoy en día la relajación se hace difícil en nuestra sociedad: estamos entrenados para hacer exactamente lo contrario.


La tensión es una parte tan presente en nuestra existencia que perdemos la consciencia de tenerla y en muchos casos nos parece lo más natural.

Cuando nos relajamos se vive mejor y se VE mejor.

También es importante aclarar que sin movimiento no hay una relajación real. Quien tiene problemas de visión, cuando no se mueve se queda rígido, no se relaja.


Y respecto a la vista, la relajación y por tanto la claridad, aparecen si está presente también la centralización, en caso contrario se cae fatalmente en la rigidez y en fijar la vista. Por tanto, los 3 principios han de ir juntos.




Si te gustaría saber cómo aplicar el Método Bates para mejorar tu visión, periódicamente comparto Talleres Presenciales en Cataluña de Visión y Método Bates para ver mejor sin gafas, y también sesiones individuales, presenciales u online, comunícate conmigo.

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